Si hay un lugar en Oviedo que ha captado mi atención y se ha ganado un espacio especial en mi corazón, es sin duda Sidrería El Gato Negro. Situada en la encantadora Plaza Trascorrales, este bar clásico asturiano ofrece una experiencia culinaria que me ha dejado maravillado en cada visita.
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Desde el momento en que cruzas la puerta, te envuelve un ambiente acogedor e informal. Las paredes de piedra y la decoración rústica crean un entorno cálido y auténtico, perfecto para disfrutar de una buena comida con amigos o familiares. El personal, siempre amable y atento, te recibe con una sonrisa, lo que hace que te sientas como en casa.
Uno de los aspectos que más me gusta de El Gato Negro es su variada oferta gastronómica. Aunque es conocido por su sidra asturiana, el menú va mucho más allá. Aquí hay algo para todos los gustos:
- Tapas tradicionales: Desde las clásicas croquetas hasta los calamares a la romana, cada bocado es un deleite.
- Especialidades sin gluten: Esto es un gran plus para quienes tienen restricciones alimentarias, asegurando que todos puedan disfrutar de su comida.
- Platos asturianos: No puedes dejar de probar la fabada o el cachopo, que son simplemente espectaculares.
He visitado este lugar en varias ocasiones, y siempre he quedado satisfecho. La calidad de la comida es constante y se nota el cariño con el que preparan cada plato. Además, el hecho de que el local sea dirigido por mujeres le añade un toque especial y de empoderamiento que aprecio enormemente.
Otra cosa que me encanta es la opción de comer en su terraza. Durante los días soleados, disfrutar de una sidra fresca mientras se saborean unas tapas al aire libre es una experiencia que no tiene precio. Además, el local es accesible, con aseos adaptados para sillas de ruedas, lo que demuestra su compromiso con la comodidad de todos los clientes.
En cuanto al servicio, siempre he tenido una experiencia positiva. El personal está bien entrenado y conoce el menú a la perfección, lo que me ha ayudado a elegir algunas de las mejores recomendaciones. También aprecio que acepten reservas, lo que es muy útil en los fines de semana más concurridos.
Respecto a los precios, considero que son más que razonables por la calidad de la comida y el servicio. Aceptan tarjetas de crédito y débito, lo que facilita el pago. Además, si no tienes tiempo para quedarte, tienen la opción de comida para llevar.
La calificación de 4.7 que tiene en las reseñas no es casualidad. Con más de 4800 calificaciones, es evidente que este lugar ha conquistado a muchos, y no me sorprende en absoluto. Cada visita me deja con ganas de volver y descubrir nuevos sabores.
Sidrería El Gato Negro es un lugar que recomiendo sin dudarlo. Si estás en Oviedo y quieres disfrutar de la auténtica gastronomía asturiana en un entorno encantador, no te lo pienses más y anímate a visitarlo. ¡Te aseguro que no te arrepentirás!
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